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lunes, 2 de julio de 2012

Capítulo 20. Las Guajibiadas

De tiempos remotos existe en el llano un deporte, la guajibiada, si es que a la cacería común y corriente, habitual puede llamarse deporte, en ocasiones la cacería se organiza, como en la vieja Europa “La caza del zorro”, en honor de un visitante foráneo. Es una cacería como la del venado, del jaguar, del cerdo salvaje etc., a caballo, con escopetas y perros; la diferencia fundamental con las demás cacerías radica en que no es para matar animales salvajes o bravíos, sino indios, sin más razón que la de ser indios: inclusive de indios que hablan castellano, pero que son indios. No es costumbre exclusiva de grupos o regiones sino generalizada, aunque a decir verdad, en vía de extinción. Recuerdo que alguna vez leí en un diario capitalino un escrito de un abogado bien relacionado, puesto que lo fue de parientes del Presidente de la República de entonces, en que contaba que fue invitado a una guajibiada; y en el expediente de la Rubiera hay el testimonio de un comerciante francés que cuenta que a su almacén llevaron para vendérselas unas pieles curtidas de indios; y también la de un patriarca llanero que dice que alguna vez enviaron al Presidente de la República pieles de Cuiba para que mandara a hacer unos zapatos, porque los zapatos de piel de indio por su suavidad, son muy apropiados para quienes sufren de callos.

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