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sábado, 14 de julio de 2012

Capítulo 30. El árbol de la ciencia del bien y del mal y el árbol de la cochinilla


Quizás por aquello de las dos mujeres de Adán, el hecho es que entre las creencias religiosas de los aborígenes del nuevo mundo y la Biblia hay semejanzas que llaman la atención. Por ahora ocupémonos de la que existe entre lo que narra el Génesis sobre el árbol de la ciencia del bien y del mal y lo que dice el Popol-Vuh o el libro de la comunidad de los indios Quichés. Dice la Biblia que tomó Dios al hombre y a la mujer y los puso en el jardín del edén y les dio este mandato: “De todos los arboles del paraíso puedes comer, pero del árbol de la ciencia del bien y del mal no comáis de él, ni le toquéis siquiera, no vayáis a morir.” Y luego narra cómo fue desatendida esa prohibición, y sus consecuencias. El Popol-Vuh, la Biblia, por llamarlo así, de los indios Quichés hace un relato similar y cuenta como una joven oyó la historia de las frutas prohibidas se maravilló grandemente de tal relato y dijo: “por qué no iría yo a ver ese árbol del cual habláis?”, como fue engañada para que las comiera, como las comió y sus consecuencias, entre las cuales está el descubrimiento de la cochinilla que produce un tinte rojo, similar a la sangre, pero que se empleó para salvar la vida de la mujer. Está fue condenada a muerte y quienes debían ejecutarla tenían que llevar, en prueba su corazón en una urna; pero ella consiguió que no lo hicieran y que pusieran en su remplazo el fruto de un árbol. “y roja la savia del árbol fluyo en la copa, se hinchó allí y se volvió bola en remplazo del corazón, brotando salió la sabia del árbol rojo, semejante a sangre, la sabia salió en cambio de la sangre… entonces el árbol se volvió célebre a causa de la adolecente y fue llamado árbol rojo de la Cochinilla.” 

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